La compañía Tarde o Temprano Danza reflexiona sobre el canon de belleza en la sociedad actual. El culto al cuerpo se ha convertido en una obsesión. El cuerpo humano ha perdido su auténtica naturalidad. En la era de la imagen, la eterna juventud se ha impuesto en la estética como el ejemplo a seguir. Las arrugas, las curvas, las grasas, los pelos y la imperfección son el enemigo a batir, ser físicamente perfecto parece ser el único sinónimo válido de éxito, felicidad o salud.
“La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.” Charles Baudeleire